Elder abuse is the intentional mistreatment or harming of an older person. An older person is defined by the Social Security Act as someone over age 60. This abuse takes many forms – including physical, emotional, and sexual harm, neglect, and financial exploitation. More than 1 in 10 older adults experience some form of abuse each year. That number is likely much higher because elder abuse is often underreported– especially in underserved communities.
Abuse victims typically show emotional and behavioral red flags, such as depression, unusual fear or anxiety, or intentional isolation. Many victims are abused by someone they know or trust. It’s important to look for unusual changes in behavior around:
- Family members.
- Staff at inpatient facilities.
- Hired or volunteer caregivers.
- People in positions of trust like doctors or financial advisors.
You can also help make a difference by checking in with older loved ones. Looking for warning signs of mistreatment is the first step to preventing abuse. Signs of physical abuse include bruises, burns, or other unexplained injuries.
There may also be signs of neglect like:
- Poor nutrition or hygiene.
- Lack of necessary medical aids like glasses or medications that a caretaker should be providing.
There may also be indications of financial abuse. These may include:
- Unpaid rent.
- Sudden changes to a will.
- Unusual changes in money management.
- Large, unexplained financial transactions.
- Mortgages despite sufficient financial resources.
- Allowing someone new to access bank accounts.
If you suspect that someone is a victim of elder abuse, don’t ignore it! If you or someone you care about is in a life-threatening situation, call 911. If you suspect that something isn’t right – but nobody seems to be in immediate danger – contact:
- Your local Adult Protective Services at www.napsa-now.org/help-in-your-area.
- The National Center on Elder Abuse at 1-855-500-3537 (ELDR).
You can also find additional local resources by searching the Eldercare Locator for your community at eldercare.acl.gov/Public/index.aspx.
Take some time to call or visit with an older adult. Ask if they are okay and listen to what they tell you. Pay attention to signs of abuse or unusual behavior. Most of all, don’t be afraid to report instances of suspected abuse. Please share this information with those who need it.
Abuso de ancianos: combatir la injusticia
El abuso de ancianos es el maltrato o daño intencional de una persona mayor. La Ley del Seguro Social define a una persona mayor como alguien mayor de 60 años. Este abuso toma muchas formas, incluyendo daño físico, emocional y sexual, negligencia y explotación financiera. Más de 1 de cada 10 adultos mayores experimenta algún tipo de abuso cada año. Es probable que ese número sea mucho más alto porque el abuso de ancianos a menudo no se denuncia, especialmente en comunidades desatendidas. Las víctimas de abuso suelen mostrar señales de alerta emocionales y conductuales, como depresión, miedo o ansiedad inusuales o aislamiento intencional. Muchas víctimas son abusadas por alguien a quien conocen o en quien confían.
Es importante buscar cambios inusuales en el comportamiento en torno a:
- Miembros de la familia.
- Personal de las instalaciones para pacientes internados.
- Cuidadores contratados o voluntarios.
- Personas en puestos de confianza como médicos o asesores financieros.
También puede ayudar a marcar la diferencia comunicándose con sus seres queridos mayores. Buscar señales de advertencia de maltrato es el primer paso para prevenir el abuso. Los signos de abuso físico incluyen moretones, quemaduras u otras lesiones inexplicables.
También puede haber signos de negligencia como:
- Mala nutrición o higiene.
- Falta de ayudas médicas necesarias como anteojos o medicamentos que un cuidador debería proporcionar.
También puede haber indicios de abuso financiero.
Estos pueden incluir:
- Alquiler impago.
- Cambios repentinos en un testamento.
- Cambios inusuales en la administración del dinero.
- Grandes transacciones financieras sin explicación.
- Hipotecas a pesar de los recursos financieros suficientes.
- Permitir que alguien nuevo acceda a las cuentas bancarias.
Si sospecha que alguien es víctima de abuso de ancianos, ¡no lo ignore! Si usted o un ser querido se encuentra en una situación que pone en peligro su vida, llame al 911.
Si sospecha que algo no está bien, pero nadie parece estar en peligro inmediato, comuníquese con:
- Los Servicios de Protección para Adultos locales en www.napsa-now.org/help-in-your-area.
• El Centro Nacional de Abuso de Ancianos al 1-855-500-3537 (ELDR). También puede encontrar recursos locales adicionales buscando en Eldercare Locator para su comunidad en eldercare.acl.gov/Public/index.aspx. Tómese un tiempo para llamar o visitar a un adulto mayor. Pregúntale si está bien y escucha lo que te diga. Preste atención a las señales de abuso o comportamiento inusual. Sobre todo, no tenga miedo de denunciar casos de sospecha de abuso. Por favor comparte esta información con quienes la necesiten.