By Jesus Hernandez
Miami dresses up in colors for Christmas. Some celebrate the birth of Jesus Christ; others share gifts and have dinners while they wait for the arrival of the new year.
On Christmas Eve, December 24, Hispanics sit at the table to taste their traditional dishes, while others do something similar on the 25th.
This is the biggest celebration of the year that brings Christianity and tradition together in the melting pot of cultures of Greater Miami.
Hispanic dinner
For Cubans, the pig, that charming animal that some call puerco and others call marrano, is the center of the feast.
According to Cuban tradition, “salt, garlic, sour orange and maybe oregano,” just as Susana does every December 24.
For Ricardo, who is originally from Colombia, “Christmas turkey, tamales, ajiaco and arepas” cannot be missed.
Mike, the ‘American’, prefers turkey, like the dish he makes for Thanksgiving, but he ends up eating pork and arroz congris with his Cuban wife’s family.
After 128 years of life and about three decades of metropolitan boom, Miami is a mix of a hundred nationalities today.
The arrival of the Northern Angles over 100 years ago, and later Cubans and countless Hispanics. Today, the Miami-Dade metropolitan area, with three million inhabitants, celebrates Christmas covered in smells and flavors.
Christmas
On December 25, when everyone expects a chilly air from the north, the tradition of the Birth of Jesus still endures, although many others only think about the gifts and special sales they can find in stores and shopping centers.
One of the most iconic parties in South Florida is WinterFest, when dozens of large and small boats are decorated with thousands of lights to parade in Fort Lauderdale.
However, Christmas Wonderland, in Tropical Park, is the place where imagination and fun take center stage, with endless attractions, Christmas displays and millions of lights.
Tips
“Eat and drink in moderation,” warned Susana, who is a nutritionist.
“If we eat more than we should eat, we will feel great discomfort the next day because we are not used to eating so much,” she said.
“If you can’t avoid eating or drinking a lot, keep a nice glass of fresh milk on hand. “That helps cool the stomach,” he advised with a laugh.
We must keep in mind that a few days later we will celebrate December 31 and the arrival of January 1, when we will eat and drink again, to the sound of the 12 bells and the 12 grapes of good luck.
Remember, be careful when drinking if you must drive. Police officers are watching, and you could end in jail.
In Miami, as well as in Miami Beach and many municipalities, there is music, food and fireworks that announce the arrival of the new year.
Miami hosts one of the most popular New Year’s Eve parties, with great popular music performers, starting at 6 p.m., in Bayfront Park.
The City of Miami reminds that admission is free and there will be a great fireworks display at midnight.
The administration of the public park emphasizes that “no alcoholic beverages, whether in bottles or cans, nor portable refrigerators or fireworks, are permitted.”
In fact, the Miami Police announce the closure of several roads, including Biscayne Boulevard and Flagler Street, and urge the population to travel by Metro, Metromover or buses to avoid traffic congestion.
On the other hand, Miami’s trolley service, connecting important neighborhoods with Downtown, will operate until 2 am on January 1.
History
History books say that the Roman Empire celebrated the winter solstice with festivals to honor god Saturn 2,000 years ago, ending on December 25.
Three centuries later, Emperor Constantine converted to Christianity and the emerging Catholic Church in Rome took the Roman holiday to commemorate the birth of Jesus.
Clement of Alexandria, today venerated by Copts, Orthodox and Anglicans, assured that Jesus was born in May, but Pope Julius I proposed that the birth of Jesus be celebrated on December 25, a date that was finally consecrated by his successor, Pope Liberius.
Navidad, al estilo único del crisol de culturas de Miami
Por Jesús Hernández
Miami vuelve a vestirse de colores por Navidad. Unos celebran el nacimiento de Jesucristo, otros comparten regalos y celebran cenas mientras esperan la llegada del nuevo año.
Nochebuena, el 24 de diciembre, los hispanos se sientan a la mesa para degustar sus platos tradicionales. Otros, los que llamamos americanos, hacen algo similar el 25.
En resumen, es una celebración que recoge la tradición religiosa cristiana o cultural del crisol de raíces que hace monumental al Gran Miami.
Cena hispana
Para los cubanos, el cerdo, ese animalillo que unos llaman puerco y otro denominan marrano, es el centro del festín.
Según la tradición cubana, “sal, ajo, naranja agria y tal vez orégano”, tal como lo hace Susana cada 24 de diciembre.
Para Ricardo, que es oriundo de Colombia, “el pavo navideño, los tamales, el ajiaco y las arepas” no pueden faltar.
Mike, el ‘americano’, apuesta por un pavo similar al de Thanksgiving, pero termina comiendo cerdo y arroz congris con la familia de su esposa que es cubana.
Con apenas 128 años de creación y unas tres décadas de auge metropolitano, Miami es hoy la mezcla de un centenar de nacionalidades.
Primero, la llegada de los anglos del norte hace más de 100 años. Después, los cubanos y un sinfín de hispanos. De esta manera, el área metropolitana de Miami-Dade, con sus tres millones de habitantes, celebra la Navidad cubierta de olores y sabores.
Navidad
El 25 de diciembre, cuando todos esperan un aire frío del norte, aún perdura la tradición del Nacimiento de Jesús, aunque muchos otros solo piensan en los regalos y las ventas especiales que tiendas y centros comerciales ofrecen.
Una de las fiestas más características del sur de Florida durante diciembre es el WinterFest, cuando decenas de grandes y pequeñas embarcaciones son adornadas con miles de luces para desfilar en Fort Lauderdale.
Sin embargo, Christmas Wonderland, o el país de las maravillas navideñas, en Tropical Park, es el lugar donde la imaginación y la diversión son los protagonistas, con un sinfín de atracciones, despliegues navideños y millones de lucecitas.
Consejos
“Comer y beber con moderación”, advirtió la Susana, que es nutricionista.
“Si comemos más de lo que debemos comer, sentiremos un gran malestar al otro día porque no estamos acostumbrado a comer tanto”, señaló.
“Si no puede evitar comer o beber mucho, tenga a mano un buen vaso de leche fresca. Eso ayuda a refrescar el estómago”, aconsejó entre risas.
Hay que tener en mente que unos días después celebraremos el 31 de diciembre y la llegada del 1 de enero, cuando volvemos a comer y beber, al son de las 12 campanadas y las 12 uvas de la buena suerte.
Recuerde, mucho cuidado al beber si debe conducir. Estos días la policía está más atenta y podría terminar la noche en la cárcel.
En Miami, así como en Miami Beach y muchas municipalidades, hay música, comida y fuegos artificiales que anuncian la llegada del año nuevo.
Miami acoge una de las mejores fiestas populares de fin de año en Bayfront Park, con grandes intérpretes de música popular, a partir de las 6 p.m.
La Ciudad de Miami recuerda que la entrada es libre y habrá un gran despliegue de fuegos artificiales a la medianoche.
También recalca que “no se permite la entrada al lugar con bebidas alcohólicas, sea en botellas o latas, ni neveras portátiles o fuegos artificiales”.
De hecho, la Policía de Miami anuncia el cierre de varias vías, entre las que se encuentran Biscayne Boulevard y Flagler Street, y exhorta a la población a viajar en Metro, Metromover o autobuses para evitar el congestionamiento vehicular.
Por otra parte, el servicio de pequeños autobuses, tipo trolley, de Miami, que conectan importantes barriadas con el centro de la ciudad, funcionarán hasta las 2 am de 1 de enero.
Historia
Los libros de historia cuentan que el Imperio Romano celebraba el solsticio de invierno con fiestas en homenaje al dios Saturno hace 2.000 años, que culminaban precisamente el 25 de diciembre.
Más tarde, tres siglos después, el emperador Constantino se convirtió al cristianismo y la naciente Iglesia católica en Roma absorbió la fiesta romana para evocar el nacimiento de Jesús.
Clemente de Alejandría, hoy venerado por coptos, ortodoxos y anglicanos, aseguró que Jesús nació en mayo, pero el papa Julio I propuso que el nacimiento de Jesús fuese celebrado el 25 de diciembre, fecha que fue finalmente consagrada por su sucesor, el papa Liberio.