Dr. Neil Galindez | El Dr. Neil Galíndez se especializa en cirugía cardiotorácica y cirugía mínimamente invasiva para fibrilación
Quiero aprovechar esta oportunidad para hablar sobre las enfermedades del corazón y sobre nosotros, los hombres, el género no tan fuerte. Si bien la mayoría de las personas que mueren por enfermedad coronaria (la acumulación de placa en las arterias del corazón que podría provocar un ataque cardíaco) tienen 65 años o más, hay tendencias recientes en los países industrializados, que indicant un aumento en la incidencia de enfermedad coronaria en personas más jóvenes. Aunque la enfermedad coronaria afecta tanto a hombres como a mujeres, los hombres tienen un mayor riesgo de tener un ataque cardíaco que las mujeres, y los hombres tienden a tener estos ataques más temprano en la vida.
Investigación médica ha identificado factores que aumentan el riesgo de sufrir una enfermedad cardíaca y un ataque al corazón. Cuantos más factores de riesgo tenga uno, mayor será la posibilidad de desarrollar enfermedades cardíacas y tener un ataque al corazón .
Algunos de estos factores de riesgo no se pueden cambiar, pero hay muchos factores que podemos modificar para mejorar la salud de nuestro corazón. Los factores mayores de riesgo que podemos modificar incluyen:
- Fumar tabaco
- Alta presión arterial
- Alto nivel de colesterol en la sangre
- Inactividad física
- Obesidad
- Diabetes mellitus (diabetes tipo 2)
Fumar tabaco interactúa con otros factores de riesgo para aumentar considerablemente el riesgo de enfermedad coronaria. La exposición al humo de cigarro de segunda mano aumenta el riesgo de enfermedades del corazón incluso para personas que no fuman. La presión arterial alta aumenta el esfuerzo y el trabajo del corazón, lo que hace que el músculo cardíaco se vuelva más grueso y rígido; Esto aumenta el riesgo de accidente cerebrovascular y ataque cardíaco. El colesterol alto afecta directamente todas las arterias, incluidas las arterias del corazón. Un estilo de vida inactivo afecta negativamente la salud de nuestro corazón. La actividad física puede ayudar a controlar el colesterol, la diabetes y la obesidad. También puede ayudar a disminuir la presión arterial en algunas personas.
De hecho, investigaciones médicas recientes han demostrado que la actividad física está asociada con la longevidad en pacientes con enfermedad coronaria y hasta un aumento menor en la actividad física durante dos años reduce el riesgo de muerte cardíaca. Para aquellos de nosotros por encima de un peso saludable, una pérdida de peso sostenida de tres a cinco por ciento de peso corporal puede llevar a reducciones significativas en algunos factores de riesgo. Mayores pérdidas sostenidas de peso pueden mejorar la presión arterial, el colesterol y la glucosa en la sangre. La diabetes aumenta el riesgo de enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular. El impacto de la diabetes en la enfermedad de las arterias coronarias es notablemente mayor en los hombres más jóvenes. Los riesgos son aún mayores si el nivel de azúcar en la sangre no está bien controlada. Los factores mayores de riesgo que no podemos cambiar incluyen:
- Mayor edad
- Género masculino
- Nuestros genes y origen étnico
- Antecedentes familiares de enfermedades del corazón
La mayoría de las personas que mueren por enfermedad coronaria tienen 65 años o más, pero existe evidencia de que la enfermedad está afectando a personas más jóvenes. Los hijos de padres con enfermedades cardíacas son más propensos a desarrollar enfermedades del corazón. Ciertas poblaciones son más afectadas que otras. Por ejemplo, los afroamericanos tienen alta presión arterial más grave que los caucásicos y un mayor riesgo de enfermedad cardíaca. El riesgo de enfermedad cardíaca también es mayor entre los mexicanosamericanos, los indio-americanos, los hawaianos nativos y algunos asiáticos-americanos.
Como pueden ver, el llamado género más fuerte no es tan fuerte después de todo, ya que el género masculino es uno de los factores principales de riesgo para desarrollar enfermedades del corazón. La buena noticia es que al cambiar nuestros estilos de vida podemos modificar o incluso eliminar muchos de los factores principales de riesgo. De hecho, la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association) recomienda enfocarse en la prevención de enfermedades cardíacas temprano en la vida. Para empezar, hay que evaluar nuestros factores de riesgo y hay que trabajar para mantenerlos bajos. Mientras más temprano identifiquemos nuestros factores de riesgo, mayores serán nuestras posibilidades de llevar una vida saludable para nuestro corazón.