Por: Néstor O Rodriguez
En la edad Media, todo lo que no se ajustara a la creencia de la época, era considerado, tanto por las monarquías, como por la iglesia, como algo diabólico.
Cualquier idea, desde decir que el mundo era redondo, o simplemente dar opiniones basadas en la circulación de la sangre, eran sancionadas con prisión o la muerte. Por tanto grandes hombres de la era, incluyendo entre ellos al “Descubridor del Nuevo Mundo” el Genovés Cristobal Colón, le resultaba imposible convencer a los reyes de las distintas naciones o a cualquiera que fuera poderoso, para costear la idea de un viaje, del que se decía era para ir a las indias en busca de las preciadas especias ¿Pero era ello en realidad lo que perseguía el ilustre navegante?
Naturalmente fue su pretexto para convencer a la reina Isabel la Católica, ¿Lo fue en realidad? O es que acaso él sabía de algo que podría traer a España la riqueza esperada para poder ganar su Guerra contra los Moros.
Philipa, esposa de Colón. Era ella descendiente de la familia St Clair, muy bien conocida en Escocia, no solamente por su fortuna sino por haber construido la capilla Rosslyn en el norte de aquel país. Los relatos que Philipa comunicó a su esposo, sobre el viaje que su antepasado Henry St Clair hizo en el año 1398 hacia America, partiendo con doce veleros y contando con una dotación de Templarios y otras ordenes Cisterces, visitando Canada y Norteamérica. Hay muchísimas pruebas que aunque muchos niegan, otros afirman que su estadía por un año en el Nuevo mundo fue real. Los dejo con la duda, pero fue el Genovés el absoluto reconocido Gran Descubridor.