Los pilotos de Hermanos al Rescate, Armando Alejandre, Mario de la Peña, Pablo Morales y Carlos Costa, fueron derribados por dos Migs de Cuba.

El Derribo de Aviones de Hermanos al Rescate

Unos de los crímenes más espantosos del régimen sanguinario de Cuba fue el derribar el 24 de febrero de 1996 dos pequeñas avionetas Cessna civiles pertenecientes a la organización benéfica estadounidense Hermanos al Rescate. Esta organización de pilotos cubanos exiliados en Miami fue fundada por el veterano de Bahía de Cochinos José Basulto en 1991. Durante varios años pilotos de Hermanos al Rescate volaron sobre el estrecho de la Florida para salvar las vidas de cubanos que viajaban en balsas y pequeñas embarcaciones hacia los Estados Unidos. Cuando los pilotos los veían le tiraban agua y comida y notificaban al Coast Guard para que los recogieran y de esa forma salvaron muchas vidas de cubanos que buscaban libertad. Fidel Castro y Raúl Castro ordenaron a dos pilotos de la Fuerza Aérea del régimen usando dos aviones MiGs a destruir estas pequeñas avionetas en espacio aéreo internacional. Después de 23 años este terrible crimen todavía está impune mientras los familiares y muchas organizaciones anti-comunistas no cesan de clamar justicia. El dictador sanguinario Raúl Castro debe ser juzgado por tribunales estadounidenses o internacionales por su participación directa en este cruel ataque a avionetas indefensas.

La Ley de la Libertad Cubana y Solidaridad Democrática o Helms-Burton

El presidente Bill Clinton firmó la Ley Helms-Burton el 12 de marzo de 1996. Los congresistas cubano americanos Bob Menendez, Ileana Ros-Lehtinen y Lincoln Díaz-Balart aparecen en la foto con el presidente Clinton. El gobierno del presidente Bill Clinton decidió castigar al régimen brutal de Cuba por ese crimen. El 12 de marzo de 1996 el presidente Bill Clinton firmó y puso en vigor la llamada Ley de la Libertad Cubana y Solidaridad Democrática, más conocida por los nombres de sus principales promotores, el senador por Carolina del Norte Jesse Helms y el representante por Illinois, Dan Burton. El veterano de Bahía de Cochinos y representante en Washington, D.C. de la Junta Patriótica Cubana y de la Unidad Cubana Raymond Molina luchó arduamente para que esta ley fuera aprobada por el Congreso. En la Cámara de Representantes los representantes Lincoln Díaz-Balart, Iliana Ros-Lehtinen y Bob Menendez convencieron a sus colegas que aprobaran este proyecto de ley. Sin embargo, se necesitaba 60 votos en el Senado y no los había. Raymond Molina ya se había reunido muchas veces con el congresista Dan Burton, con quien mantiene hoy en día amistad. Molina trabajó intensamente con el senador Jesse Helms y su jefe de oficina James Lucier y con el asesor legal John Bolton, hoy en día director de Seguridad Nacional de la Casa Blanca. Un paso muy importante sugerido por Molina fue llevar a la hija de Fidel Castro Alina Fernández a una reunión con 60 senadores en la oficina del presidente del Senado Bob Dole. Alina Fernández describió la naturaleza criminal y crueldad de Fidel Castro. Su dramático y sincero testimonio persuadió a algunos de los senadores que estaban indecisos a que votaran por el proyecto de ley que después firmó el presidente Bill Clinton.

El Título III y IV de la Ley Helms-Burton

El Título III de la ley se refiere específicamente a los derechos que otorgan las autoridades a empresas para demandar a quienes realicen negocios con propiedades estadounidenses, confiscadas por el gobierno de Cuba después de 1959. El Título III, el cual ha estado congelado por 23 años, establece que cualquier compañía no norteamericana que tiene tratos con Cuba puede ser sometida a represalias legales y que los dirigentes de la compañía pueden ver prohibida su entrada a los Estados Unidos. Implica el castigo de cualquier buque o aeronave que toque tierras cubanas. Esto significaba que compañías internacionales debían elegir entre comerciar con Cuba o comerciar con los Estados Unidos, que son un mercado muchísimo mayor. Todos los presidentes estadounidenses demócratas y republicanos, desde su aprobación en 1996, incluyendo a Donald Trump en sus dos primeros años de su gobierno, han suspendido por seis meses la aplicación del Título III de la Ley HelmsBurton contra el régimen comunista de Cuba. La ley castiga a empresas extranjeras que hacen negocios en Cuba y permite entablar demandas contra compañías o personas que usen bienes expropiados por el régimen brutal de La Habana. Además, niega el ingreso a los Estados Unidos de directivos de esas empresas. Esto permitiría también a los cubanos que se hicieron ciudadanos estadounidenses para sumar sus reclamos a las demandas de empresas y ciudadanos de los Estados Unidos.

El presidente Donald Trump autorizó demandar a 204 empresas en Cuba

El 4 de marzo de 2019 la Casa Blanca anunció la implementación parcial del Título III que permite a estadounidenses demandar en tribunales federales a 204 empresas en Cuba por usar propiedades robadas a sus legítimos dueños sin debida compensación. Estos 204 negocios están bajo el control de los servicios de inteligencia y de las Fuerzas Armadas en Cuba. Este mismo día Washington renovó la suspensión por solo 30 días, hasta el 17 de abril de 2019, con algunas excepciones. Es seguro que el 17 de abril de 2019, el presidente Donald Trump implemente en su totalidad el Título III y IV de la Ley. No se ha comunicado donde se hará la ceremonia. La Asociación de Veteranos de Bahía de Cochinos Brigada de Asalto 2506 le encantaría que fuera en su Casa Museo. La implementación del Título III y IV de la Ley Helms-Burton es algo que la Asociación de Veteranos de Bahía de Cochinos, junto a otras organizaciones anti-comunistas del exilio, ha pedido a la Casa Blanca desde hace dos años. Esta Asociación también ha pedido que el régimen dictatorial cubano sea puesto en las listas negras de tráfico humano y apoyo al terrorismo y que se ponga fin a los cruceros y viajes a Cuba. entra otras medidas. En fin que el gobierno de Trump implemente estrategias efectivas y rápidas para cambio de régimen contra Cuba. Ya son 60 años de sufrimientos y atropellos para el pueblo de Cuba por la tiranía más brutal y sanguinaria en la historia del Hemisferio Occidental. La implementación del Título III y IV de la Ley Helms-Burton daría un golpe duro a la tiranía ya que impediría inversiones extranjeras en la isla y contribuiría a la libertad de Cuba. Este paso es una amenaza contra el régimen en un momento en que Cuba está entrando en un nuevo período especial por la falta de ayuda de Venezuela, nación que está en bancarrota bajo el régimen del narco-traficante dictador Nicolás Maduro. Hace dos semanas el presidente Trump anunció en Miami que “los días del socialismo y el comunismo están contados en Venezuela, Cuba y Nicaragua”. La Asociación de Veteranos de Bahía de Cochinos agradece profundamente al presidente Donald J. Trump por su valiente decisión que tiene la oposición de Canadá y naciones europeas y de otras partes del mundo que llevan décadas traficando con propiedades robadas con completa impunidad.