La ley exceptúa a nivel estatal los cigarros sin filtro, algo que, según versiones, obedece a intereses personales de integrantes del Congreso de Florida

La meca del turismo playero en Florida, se sumará el 1 de enero de 2023 a la tendencia mundial a prohibir fumar en lugares como playas y parques, un hito que para algunos está empañado por la excepción hecha con los cigarros puros.

El ingeniero civil John Michael Pierobon, de la organización Tobacco Free Partnership, afirma que los activistas anti-tabaco llevan ocho años peleando para librar a las playas de Florida del humo y las colillas y en 2022 han visto, por fin, que sus esfuerzos han dado algún resultado, aunque no todos lo que persiguen.

“Algo es algo”, dice como consuelo Pierobon, que fue uno de los impulsores de una ley aprobada este año por el Congreso estatal y firmada en junio pasado por el gobernador de Florida, Ron DeSantis, que deja en manos de las autoridades municipales la decisión de prohibir o no fumar en las playas y parques de cada ciudad.

La ley exceptúa a nivel estatal los cigarros sin filtro, algo que, según Pierobon, obedece a intereses personales de integrantes del Congreso de Florida que son propietarios de compañías fabricantes de puros o son amantes de esos productos.

Acabar con la excepción e incluir a los parques del estado de Florida en el paquete prohibicionista son los objetivos de los activistas para 2023 y los años venideros, dice Pierobono, quien da por seguro que será una larga y compleja tarea.

Miami Beach, la imagen de Florida

Miami Beach no es la primera ciudad floridana cuyas autoridades municipales hacen uso de la libertad que les confiere la ley para prohibir fumar cigarrillos en playas y parques, pero sí es la más conocida de todas, lo que puede tener un efecto dominó en otras y, sobre todo, crear conciencia en el público en general.

Los que defienden la conveniencia de prohibir fumar en playas y parques alegan que el humo del tabaco es perjudicial para la salud, que los filtros y colillas son un desecho tóxico y contaminante y que una arena limpia está entre lo más valorado de una playa.

La organización Keep America Beautiful destaca que un tercio de toda la basura que se recoge en las playas y parques de Estados Unidos son restos de cigarrillos.

En Miami Beach, si se cumple la ley, no habrá más colillas ni filtros en la arena, como ya ocurre en las playas de California y Hawai, dos estados turísticos que hace tiempo que prohibieron fumar en playas y parques.

“Nosotros tenemos la responsabilidad de proteger este paraíso, que a la vez es el motor económico de la ciudad”, señala a EFE el comisionado Alex Fernández, impulsor de la ordenanza que entrará en vigor el 1 de enero en Miami Beach.

Fernández destaca que cuando alguien piensa en Miami o incluso en Florida, lo que le viene inmediatamente a la cabeza son las playas de esta ciudad enclavada en el condado de Miami Dade.

Confía en que la nueva norma sea respetada, pero para quien no lo haga están previstas multas de 100 dólares la primera vez y de 200 si hay reincidencia en los 12 meses siguientes.

En caso de una tercera falta, el infractor puede ser detenido, dice Fernández, quien esta seguro de que los miles de turistas que visitan Miami Beach van a agradecer y disfrutar de unos espacios públicos a la intemperie libres de humos y colillas.

No está previsto crear espacios acotados para fumadores en Miami Beach, como sí se ha comprometido a hacer Deerfield Beach, otra ciudad del sur de Florida que ha prohibido fumar en parques y playas. Los fumadores lo reclamaron, señaló Pierobon.

Según dice Fernández, en Miami Beach se ha tenido que llegar a la prohibición, porque los fumadores no han sido capaces de llevarse consigo los restos de su hábito cuando fuman en parques y playas.

La naturaleza en peligro por los filtros

Esos materiales, que contienen microplásticos y sustancias químicas, acaban en los estómagos de los animales y contaminando el mar, la arena y el pasto, subraya.

El comisionado cree que sería bueno que la excepción a los cigarros puros acabe alguna vez, porque aunque no contengan filtros y sean biodegradables, otras personas no tienen por qué aspirar su humo, aunque lo ve difícil de lograr.

La península de Florida tiene unas 825 millas (unos 1.327 kilómetros) de playas y todavía quedan muchas localidades donde por ahora se va a poder seguir fumando, dice Pierobon.

El activista anti-tabaco agrega que en países como España, donde la incidencia del tabaquismo es alta, ya está prohibido fumar en más de 500 playas y en Chile se ha prohibido fumar a 80 metros de la orilla del mar, de los ríos y los lagos.

En Nueva Zelanda las personas que hayan nacido desde 2009 en adelante nunca podrán comprar tabaco en ese país, pero la nación que ha ido más lejos es Bután, la primera del mundo en prohibir fumar en los espacios públicos (2005) y donde no es legal cultivar, cosechar y producir tabaco ni venderlo desde 2010.

Miami Beach bans smoking on the beaches and parks from January, but with the exception of cigars

Civil engineer John Michael Pierobon of the Tobacco Free Partnership says anti-tobacco activists have been fighting to rid Florida’s beaches of smoke and cigarette butts for eight years, and in 2022 they have finally seen their efforts have given some result, although not all what they pursue.

 

«Something is something,» says Pierobon as a consolation, who was one of the promoters of a law approved this year by the state Congress and signed last June by the governor of Florida , Ron DeSantis, which leaves in the hands of the municipal authorities the decision to prohibit or not smoking on the beaches and parks of each city.

The law exempts unfiltered cigarettes at the state level, something that, according to Pierobon, obeys the personal interests of members of the Florida Congress who own or are lovers of cigar companies.

Ending the exception and including Florida state parks in the ban package are activists’ goals for 2023 and beyond, says Pierobono, who believes it will be a long and complex task.

Miami Beach, the image of Florida

Miami Beach is not the first Florida city whose municipal authorities use the freedom granted by law to prohibit cigarette smoking on beaches and parks, but it is the best known of all, which can have a ripple effect in others and, above all, create awareness in the general public.

Those who defend the advisability of banning smoking on beaches and parks argue that tobacco smoke is harmful to health, that filters and cigarette butts are toxic and polluting waste, and that clean sand is one of the most valued items on a beach.

The organization Keep America Beautiful points out that a third of all the garbage that is collected on the beaches and parks of the United States is cigarette remains.

In Miami Beach , if the law is complied with, there will be no more cigarette butts or filters in the sand, as is already the case on the beaches of California and Hawaii, two tourist states that have long banned smoking on beaches and parks.

«We have the responsibility to protect this paradise, which is also the economic engine of the city,» Commissioner Alex Fernández, promoter of the ordinance that will take effect on January 1 in Miami Beach, told EFE.

Fernández points out that when someone thinks of Miami or even Florida, what immediately comes to mind are the beaches of this city nestled in Miami Dade County.

He trusts that the new norm will be respected, but for those who do not do so, fines of 100 dollars are foreseen for the first time and 200 if there is a repeat offense in the following 12 months.

In the event of a third offense, the offender can be arrested, says Fernández, who is sure that the thousands of tourists who visit Miami Beach will appreciate and enjoy public spaces outdoors free of smoke and cigarette butts.

It is not planned to create limited spaces for smokers in Miami Beach , as Deerfield Beach, another city in South Florida that has banned smoking in parks and beaches, has promised to do. Smokers claimed it, Pierobon noted.

According to Fernández, in Miami Beach a ban had to be reached, because smokers have not been able to take the remains of their habit with them when they smoke in parks and beaches.

Nature endangered by filters

These materials, which contain microplastics and chemical substances, end up in the stomachs of animals and contaminating the sea, sand and grass, he stresses.

The commissioner believes that it would be good if the exception to cigars ended sometime, because even if they do not contain filters and are biodegradable, other people do not have to inhale their smoke, although he sees it as difficult to achieve.

The Florida peninsula has about 825 miles (about 1,327 kilometers) of beaches, and there are still plenty of towns where smoking will still be possible for now, Pierobon says.

The anti-tobacco activist adds that in countries like Spain, where the incidence of smoking is high, smoking is already prohibited on more than 500 beaches and in Chile smoking has been prohibited 80 meters from the seashore, rivers and lakes.

In New Zealand, people born from 2009 onwards will never be able to buy tobacco in that country, but the nation that has gone the furthest is Bhutan, the first in the world to ban smoking in public spaces (2005) and where it is not legal grow, harvest and produce tobacco or sell it since 2010.